Entrenadas para identificar, prevenir, evaluar y controlar situaciones de riesgo, las brigadas de emergencia tienen la función de minimizar las pérdidas de vidas y/o bienes, en aquellas emergencias ocasionadas por causas antrópicas, naturales o tecnológicas.
La selección de los brigadistas se realiza a través de un proceso que incluye fundamentalmente examen psicofísico y pruebas de conocimiento. Estos aspectos deben evaluarse periódicamente para asegurar el desarrollo de las habilidades requeridas y certificar la aptitud del postulante frente al cargo. Una vez incorporado, este último deberá regirse por el reglamento interno de la brigada.
Aunque el criterio para la incorporación de miembros en las brigadas de emergencia es variable, su cantidad se determina por el número de trabajadores o personas involucradas en un posible siniestro. La relación suele ser la siguiente:
Si la empresa presenta turnos rotativos, los miembros de la brigada deben quedar distribuidos en cada jornada para garantizar la cobertura total de la misma. La eficiencia en la respuesta frente a un determinado siniestro es directamente proporcional al entrenamiento, capacitación y recursos asignados a los brigadistas.
Sin embargo, en las brigadas de emergencia también es crucial el desempeño del responsable a cargo. Este debe reunir las siguientes aptitudes:
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